Wilfred Bion: el "basic assumption group" en el aula.

Wilfred Bion, psicoanalista especializado en dinámica de grupos, formuló su teoría del "basic assumption group", que puede resultar tremendamente útil a educadores.

Estudiaremos con más detalle la aplicación de su teoría a la vida en el aula en nuestro curso on line  "Coaching Educativo", que empieza el miércoles 23 de mayo, y para el que quedan 7 plazas disponibles. Pueden encontrar completa información sobre el curso aquí .

Según Bion, en cualquier grupo de trabajo conviven dos niveles de experiencia.

Al primero le llamó el "Work group". Aunque utilice la palabra grupo, no se refiere Bion a una parte del total del grupo, sino a un nivel de experiencia, conciencia y funcionamiento de todo el grupo. En el nivel del "work group", los miembros del grupo se centran en la tarea que tienen entre manos, funcionan de forma cooperativa, desde la consciencia compartida de los objetivos del grupo y la tarea que les ocupa. El grupo comprueba sus conclusiones, busca oportunidades para aprender y crecer, y aprende de su propia experiencia. Es, en definitiva, un nivel de madurez que, por otra parte, resulta muy difícil alcanzar plenamente.

Al segundo nivel, Biron le llamó el "Basic assumption group". Cuando el grupo está en este nivel, está funcionando como si asumiera, en susubconsciente y como un todo, una de las tres posibilidades siguientes:
  • Dependencia. El objetivo principal del grupo es buscar y mantener la protección por parte de un líder omnisciente, omnipotente e infalible. En el momento en que el líder deja de responder a estas expectativas, es sustituido por otro sobre el que se proyectan, de nuevo, las mismas expectativas, y el ciclo se repite.
  • Lucha-Huida ("fight-flight"). El objetivo principal del grupo es preservarse como tal, a cualquier precio, frente a las agresiones, reales o no, de un enemigo común. Si este no existe, el líder lo crea para mantener la dinámica. Si el líder no gestiona la defensa eficazmente, es ignorado y sustituido.
  • Emparejamiento ("pairing"). El grupo deja en manos de dos miembros la tarea de crear un líder o idea que lleve a cabo el trabajo del grupo, lo salve de su incapacidad y lo lleve a su destino sano y salvo.
Las investigaciones de Bion le llevaron a la conclusión de que todos los grupos presentan estos dos niveles de funcionamiento y que, además, cuando operan desde el nivel de "basic assumption", tienden a pasar de una a otra, de manera que el subconsciente del grupo está siempre instalado en una de las tres.

¿Cómo nos puede ayudar esto a gestionar los grupos en el aula? 
El solo hecho de que el/la profesor/a conozca esta teoría y la tenga incorporada en su bagaje de herramientas activas le va a permitir, de entrada, y antes incluso de llevar a cabo cualquier intervención, distanciarse del grupo lo suficiente como para observar, con tranquilidad, cómo está funcionando. El distanciamiento es fundamental para no dejarse arrastrar por nuestros propios mecanismos de defensa, proyecciones o inseguridades. Desde ese ligero distanciamiento, es posible centrarse en detectar manifestaciones de los dos niveles definidos por Bion. Veamos algunos ejemplos muy breves.

Dependencia. Posiblemente, este sea el más fácil de detectar, el que con más frecuencia se detecta, y  tiene el potencial de generar frustración en el profesorado si se mantiene durante mucho tiempo. Se manifiesta en forma de aparente falta de iniciativa, pasividad (pero no indiferencia; ese es otro mecanismo), cuando los estudiantes preguntan con excesiva frecuencia qué deben hacer, cómo, incluso hasta detalles muy elementales. La clave para gestionar este mecanismo y ayudar a desactivarlo está en recordar que el grupo, sin darse cuenta, está actuando como si estuviera convencido de que es incapaz de  hacer lo que tiene que y puede hacer, tomar las decisiones que tiene y puede tomar. La tarea del líder consiste en ayudar al grupo a darse cuenta de que está funcionando como si se creyera incapaz y que, en realidad, es plenamente capaz de llevar a cabo la tarea que tiene entre manos, lo cual incluye su capacidad de resolver las dificultades que puedan surgir. Puede hacer esto planteando al grupo decisiones que deba tomar, desde las más simples hasta cuestiones progresivamente más complejas. Es importante recordar que, aunque el grupo actúe como si creyera que no sabe tomar decisiones, en realidad sí es perfectamente capaz y, por lo tanto, no podemos ni debemos asumir que no lo es.

Lucha-Huida ("fight-flight"). Cuando el grupo de estudiantes funciona desde esta suposición subconsciente, puede mostrar una tendencia a: la queja; la culpabilización de otras personas, grupos, ideas, situaciones, haciéndolas responsables de su propia situación; el enfrentamiento con el/la profesor/a quien, a veces, es identificado como el enemigo del que hay que protegerse (agresividad, por ejemplo) o huir (pasividad, desconexión, indiferencia). La clave para gestionar este mecanismo y ayudar a desactivarlo está en recordar que el grupo no es consciente de cómo está actuando, que está utilizando un mecanismo de defensa ante lo que percibe como sus propias limitaciones, su malestar, y que, al proyectar sobre un "enemigo" externo una actitud de ataque ante el cual defenderse está, de hecho, renunciando a su poder, su independencia y, sobre todo, su propia responsabilidad. Probablemente, este es el más laborioso, el que va a requerir más tiempo de trabajo de coaching con el grupo y con sus miembros individualmente. Sin embargo, hay que recordar que el solo hecho de detener al grupo e informarle de lo que está ocurriendo, como si pusiéramos ante ellos un espejo, puede resultar por sí mismo un poderoso revulsivo.

Emparejamiento ("pairing"). Este mecanismo resulta también bastante fácil de detectar. Basta con observar qué sucede cuando el grupo completo, o un pequeño grupo, distribuye el trabajo entre sus miembros. Si se observa una tendencia a que sólo una parte de ellos gestione el trabajo de todos; o si suelen ser siempre los mismos mienbros (generalmente, 2 ó 3) los que intervienen, participan, organizan, etc., entonces podemos estar ante una manifestación de "pairing". Generalmente, para desactivar el mecanismo es suficiente con detener el grupo, describir para ellos lo que está pasando, y ayudarles a redefinir las normas implícitas de funcionamiento del grupo para que sus propios miembros monitoricen el reparto del trabajo, de la energía, dentro del grupo.

Para cualquiera de los tres mecanismos, la regla de oro es recordar que, en el momento en que el grupo empieza a ser consciente de cómo está funcionando, empieza también  ser capaz de identificar el mecanismo cuando se produce y desactivarlo por sí mismos. Ese es uno de nuestros principales objetivos como gestores de grupos de estudiantes.


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